Aunque no tengamos ni idea de qué es eso del Blockchain, todos hemos oído hablar de Bitcoin y que su primera criptomoneda que apareció allá por el año 2009.
Saber algo sobre su creador, un tal Satoshi Nakamoto, pseudónimo tras el que se esconde, es igual de difícil que conocer a alguien que tenga Bitcoins en propiedad. Sin embargo, lo que muy poca gente sabe es que en el año 1996 se predijo la creación de las criptomonedas, más de una década antes de que Nakamoto publicara un artículo en Internet en el que explicaba un nuevo sistema de pagos P2P, al que llamó Bitcoin y al que siguió, sólo unos meses después, la publicación de la primera versión del software que permitía gestionar la red de Bitcoin, comenzando a hacer crecer la comunidad de interesados en este nuevo “protocolo”.
El origen de la criptomoneda
El origen de la criptomoneda es tan singular como increíblemente particular porque curiosamente no fue un tecnólogo sino Milton Friedman, Premio Nobel de Economía, el que se dio cuenta de que a Internet le faltaba algo. Se dio cuenta de que Internet disponía de multitud de protocolos que le permitían trasmitir casi cualquier tipo de contenido, sin embargo, comprobó de que no existía un protocolo que permitiera trasmitir dinero nativo digital*.
* Con dinero nativo digital no nos referimos a Paypal y similares, que nos permiten utilizar nuestro dinero de curso legal en pagos realizados a través de Internet, sino a un sistema de pago en el que el bien naciera de Internet.
En el año 1996 se predijo la creación de las criptomonedas
El origen de la criptomoneda es tan singular como increíblemente particular
Nakamoto creo el Money Transfer Protocol (BTC), el protocolo que faltaba en Internet para poder transmitir ese valor, pero con unas particularidades muy especiales como son a través de:
- Un sistema inviolable asegurado por algoritmos criptográficos.
- Dándole fiabilidad en las transacciones, sin depender de un tercero de confianza. Para conseguir esto se apoya en una red de ordenadores o nodos, que esta descentralizada, en la que cada nodo tiene la copia del software de Bitcoin y una copia de todas las transacciones que se han realizado hasta la fecha.
- La participación en una red de bitcoin ofrece un incentivo económico. Se obtiene una recompensa económica por pertenecer a la red de Bitcoin, ya que cada vez que se generan Bitcoins nuevos, se reparte ese valor entre los nodos.
- Con la aparición de Exchanges, como casas de cambio, se puede ir con otro tipo de monedas, más tradicionales (euro, dólar, …) o menos (otras criptomonedas), a cambiarlas por Bitcoins.
- Y, por último, con la creación de las wallets, ya que a través de ellas se permiten almacenar los Bitcoins que se compran o se consiguen minando y realizar envíos o recepción de Bitcoins.
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